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Aventura
Silo Art Trail es un proyecto para atraer turistas a los pueblos rurales afectados por la sequía

Después de la sequía que arrasó el interior de Australia un circuito de arte en silos abandonados ha revitalizado a muchos remotos pueblos del interior del país.

De 2017 a 2019, el país sufrió una de sus peores sequías, un desastre natural que afectó a muchos pueblos rurales. Surgió entonces el proyecto Silo Art Trail que desarrolló este circuito artístico para atraer turistas a las diezmadas economías de las localidades de Australia Occidental.

Cada una de estas grandes obras de arte, casi todas con más de 30 metros de altura, visibles a kilómetros de distancia cuenta una historia sobre la región, su gente, su flora y fauna y su historia.

El primer silo fue pintado en 2015, antes de la sequía, en la ciudad de Northam Wheatbelt por dos conocidos artistas callejeros. La estructura, de 38 metros de altura, es propiedad de una cooperativa de productores exportadores de granos.

La intervención artística fue un éxito y se convirtió en un colorido motivo para que los turistas visiten estos remotos lugares, lo que animó a otras ciudades a sumarse al proyecto contratando a artistas internacionales para pintar sus silos abandonados.

Desde entonces, la ruta de los silos se ha extendido a otros estados del país como Nueva Gales del Sur, Victoria, Australia del Sur y Queensland conectando a remotas comunidades a través del arte y el turismo.

En la actualidad hay 35 silos pintados en Australia, distribuidos a lo largo de seis senderos que se extienden por 7.500 kilómetros, sin dudas, la galería de arte al aire libre más larga del mundo.

Las olas frente al fuerte en Nazaré

La Praia do Norte en Nazaré recibe unas olas gigantes del Atlántico Norte y, junto con ellas, a surfistas extremos de todo el mundo.

Nazaré es el pueblito pesquero ubicado a cien kilómetros al norte de Lisboa y durante el invierno europeo se convierte en la capital mundial del surf por las olas monstruosas que rompen en su Praia do Norte. De hecho, la ola récord más alta surfeada, se formó acá.

La explicación se encuentra mar adentro, en el Cañón de Nazaré, una grieta submarina de casi 5.000 metros (sí, 5 kilómetros) de profundidad y 230 kilómetros de largo que desemboca en los acantilados de Nazaré, sobre los que se encuentra el Fuerte de San Miguel Arcángel, con su faro rojo presente en todas las fotos y videos del lugar.

El cañón y los fuertes vientos que soplan hacia la costa aumentan la potencia y la altura de las olas que pueden superar los 30 metros, tan buscadas por los surfistas extremos.

Este fenómeno ocurre durante el otoño y el invierno y, en verano, cuando llega el calor, la Praia do Norte de Nazaré se transforma en una tranquila playa de aguas cristalinas e inofensivas.

En las cataratas Victoria, es posible bañarse en una piscina de roca natural, al borde del abismo.

Las cataratas Victoria se encuentran en la frontera entre Zambia y Zimbabue sobre el río Zambeze, en el continente africano. Tienen 1,7 kilómetros de largo y más de 100 metros de altura.

Miles de años de erosión han formado ollas rocosas alrededor de los saltos de agua. Una de ellas, “Devil’s Pool”, en la parte de Zambia, está justo en el filo con una caída vertical de 108 metros y, si te animás a abrir los ojos, ofrece una vista privilegiada del desplome de las aguas al abismo.

Sólo es posible hacer esta experiencia durante la estación seca, entre septiembre y diciembre, cuando el caudal del río es mucho menor. En otra época, la fuerza del agua te arrastraría al vacío.

Las excursiones hacia la pileta salen de Livingstone, Zambia, en embarcaciones con guías experimentados y viajeros que, previamente, deben firmar un acuerdo que exima de responsabilidades a los prestadores del tour ante un accidente.

De todos modos, si bien es una actividad que tiene riesgos, durante el baño siempre hay un guía, que sale en todas las fotos y además garantiza la seguridad del valiente turista.

Puente colgante sobre el río de los Sauces en el dique la Viña

En la provincia de Córdoba, el Complejo Turístico La Viña cuenta con siete kilómetros de senderos divididos en seis recorridos de variada dificultad y extensión, elegimos el más exigente pero con un premio al final del recorrido.

El dique La Viña se encuentra en el valle de Traslasierra a 35 kilómetros de Mina Clavero y a casi 180 de la capital cordobesa. El embalse ocupa más de mil hectáreas y recibe el aporte de las aguas del río de Los Sauces. Al final de su paredón de 107 metros de alto y más de trescientos de largo se llega al Complejo Turístico La Viña que ofrece seis recorridos de variada dificultad y extensión.

Elegimos el sendero “Rey del Bosque” que llega hasta un puente colgante y, en los carteles de ingreso, la municipalidad de Villa de las Rosas advierte que es un recorrido corto, apenas 470 metros, pero muy exigente por su pronunciada pendiente.

El calzado apropiado es importante ya que el camino, bien señalizado, tiene piso de tierra y piedras que sobresalen o, solamente piedras, además del gran desnivel. Se avanza entre la vegetación autóctona y, en algunos tramos, alguna rama sirve de apoyo para continuar el descenso.

Después de veinte minutos de caminata se llega al puente colgante que atraviesa el río de Los Sauces. El lugar es un premio al esfuerzo y merece ser mostrado en fotos, selfies y videos. Con el material para alimentar las redes, solo queda descansar y relajarse con el ruido del agua. Finalmente, tomar aire para el regreso que requiere un esfuerzo extra.

Si bien las advertencias al ingreso del sendero pueden intimidar, es un recorrido que se puede hacer tranquilamente siempre que se sigan las siguientes recomendaciones: tener un buen estado de salud, usar el calzado adecuado, llevar agua, no salirse de la senda marcada y hacer varios descansos tanto en bajada como en subida.

OTROS RECORRIDOS POR CÓRDOBA

Colinas de Chocolate en la isla Bohol Filipinas

Estas suaves colinas que emergen de la jungla están ubicadas en la isla filipina de Bohol y se formaron por la erosión o, según la versión local, por la lucha de gigantes. 

Entre diciembre y mayo las lluvias disminuyen y la exuberante vegetación, al secarse, se vuelve marrón y le da a estas montañas de cumbres redondeadas el aspecto de bombones de chocolate.

Las casi 1300 colinas ocupan unos 50 kilómetros cuadrados y tienen entre 30 y 120 metros de altura. Según la versión científica, estos montes se formaron cuando el mar cubría la isla y durante siglos se acumularon los restos de corales y moluscos. El tiempo y la erosión de las lluvias y el viento le dieron la particular forma actual.

Origen de leyendas

Se dice que la formación de este curioso paisaje se debe a la lucha entre dos gigantes que se arrojaban grandes bolas de tierra y piedra.

Una versión más romántica cuenta que Arogo, un gigante inmortal, se enamoró de una mujer humana de la isla y cuando esta murió, lloró durante varios días con sus noches y las lágrimas que derramó, al secarse, se convirtieron en las colinas.

Y existe una tercera leyenda que cuenta que en la zona vivía un búfalo gigante que se comía los cultivos de los aldeanos. Cansados, los campesinos decidieron vengarse y para eso dejaron mucha comida en mal estado en donde el animal la viera. La insaciable bestia devoró todo pero el banquete podrido le cayó tan mal que defecó un montón de heces que al secarse formaron las colinas.

Si bien no se permite subir a las montañas, hay un mirador elevado desde donde observar este increíble lugar.

La Ola se encuentra en el desierto de Arizona en Estados Unidos

La Ola (The Wave) es una maravilla natural esculpida por el agua y el viento ubicada en el desierto de Arizona, en Estados Unidos y conocerla, muchas veces es cuestión de suerte.

Le llevó algunos millones de años a la naturaleza modelar este paisaje que, según los expertos, en el jurásico era un desierto de dunas. Durante siglos se fue solidificando en distintas capas y, por la erosión, se han formado líneas ondulantes en diferentes tonos rojizos y naranjas que lo hacen asemejar a una gran ola.

¿Dónde está La Ola?

Si bien el sendero de acceso se encuentra en el estado de Utah, en el Monumento Nacional Grand Staircase-Escalante, The Wave está en Arizona, en Monumento Nacional Vermillion Cliffs

Acceso limitado y con suerte

Solo ingresan 20 personas por día, por lo que se sortean 10 pases online y 10 pases presenciales en Kanab.

Para el sorteo online hay que registrarte acá con 4 meses de antelación y pagar 5 dólares. En caso de salir sorteado y hay que pagar 7 dólares más.

Si no hubo suerte en el sorteo online, queda la opción del sorteo presencial que se hace todas las mañanas en el centro de visitantes en Kanab para visitar The Wave al día siguiente.

¿Cómo llegar a La Ola?

Con el permiso en la mano, se puede acceder al comienzo del sendero desde la ciudad de Kanab, en Utah. Son 70 kilómetros por autopista y desviar en House Rock Valley Road, luego, 15 kilómetros más por un camino no pavimentado que no siempre está en buen estado, se recomienda hacerlo en vehículos todo terreno. Para llegar desde Page, en Arizona, se deben recorrer 65 kilómetros por autopista hasta House Rock Valley Road.

La caminata hasta The Wave es de dificultad media y lleva entre 90 minutos y dos horas. Son cinco kilómetros en terreno irregular y gran parte del camino es de arena. El lugar no está señalizado pero en el ingreso entregan un mapa con fotos para no perderse.

Algunas recomendaciones

Por tratarse de una zona desértica, en los días de mucho calor hay que llevar suficiente agua, crema solar y sombrero para protegerse del sol, calzado y ropa cómoda y algo para comer.

Cerca del río San Guillermo rumbo a Taninga

Por un camino de ripio se atraviesan arroyos, ríos, pampas y quebradas bajo la atenta mirada del macizo Los Gigantes.

A 56 kilómetros de la capital cordobesa, y a 15 de Carlos Paz, se encuentra la localidad de Tanti, el lugar de inicio de este recorrido que une los valles de Punilla y Traslasierra. Después de atravesar el pueblo, el asfalto de la RP28 se hace ripio durante poco más de 80 kilómetros hasta Taninga.

El Durazno, el de Punilla, es una villa residencial con grandes casonas del siglo pasado escondidas entre la abundante vegetación y el último lugar poblado en muchos kilómetros.

Más adelante, el paisaje cambia, los árboles se hacen arbustos, y se circula, en subida, entre grandes rocas rosadas. Una pequeña laguna formada en el cráter de una cantera de cuarzo, asoma entre los cerros y, entre curva y curva, se pueden ver las Sierras Chicas.

El camino se hace recto y, en algunos tramos, polvoriento, en los campos verdes alambrados, hay ovejas y vacas. Al lado de una tranquera amarilla, el cartel de la reserva Yatan Rumi deja en claro que es un campo nudista. Más adelante el recorrido vuelve a ser sinuoso y con grandes piedras a los costados y ofrece la vista del cerro Los Gigantes, el más alto de las Sierras Grandes con más de 2400 metros.

Oasis, ríos y más ríos

Después de pasar la rotonda de ingreso a Los Gigantes, el pequeño puente sobre el río Yuspe marca uno de los puntos más altos del recorrido (1700msnm) y también una parada obligada. Este oasis en medio de la inmensidad de las Sierras Grandes tiene saltos, ollas profundas, playitas, aguas cristalinas (y frías), pero también, el tortuoso curso de río es una invitación a recorrerlo para descubrir cavernas y cuevas escondidas bajo los helechos. El parador del lugar ofrece estacionamiento, comidas y alojamiento en dormis o carpas.

El paraje Cuchilla Nevada y el desvío hacia la Estancia Jesuítica La Candelaria, son los siguientes puntos del recorrido, hasta llegar al río Guasta, allí, playas, árboles, pircas de piedra, vacas, ovejas y caballos no dejan opción, hay que parar.

Apenas cuatro kilómetros después, otro río se cruza en el camino, el San Guillermo. Este cauce corre paralelo a la ruta durante un buen tramo por lo que se pueden tomar buenas fotos de su puente desde lejos.

Volcanes a la vista

Ya en el valle de Traslasierra, departamente Pocho, en el cartel de ingreso a la comuna de San Jerónimo dice “la más alta de Córdoba”. Además, es imposible pasar por este paraje sin ver el descomunal esqueleto de un hotel de siete pisos y 150 habitaciones a orillas del río Chávez que nunca llegó a terminarse.

Tala Cañada es un pequeño caserío desde donde se pueden ver los volcanes de la Pampa de Pocho. El camino es áspero y en el terreno pedregoso crece el tupido monte serrano, a medida que nos acercamos a Taninga, el típico perfil de las palmeras caranday se recortan sobre los cerros apagados. 

Tips de viaje

  • El camino en general está en buen estado, pero son más de 80 kilómetros por lo que lo recomendable es hacerlo en camioneta o vehículos altos.
  • Cargar suficiente combustible para todo el recorrido, no hay estaciones de servicio entre Tanti y taninga.
  • Si bien hay varios paradores y lugares en donde abastecerse, lo óptimo es llevar una buena provisión agua.
  • Consultar el estado del tiempo.
  • Ir con tiempo porque hay mucho para ver.
  • Llevar bolsas de residuos para la basura que pueda generarse.
  • Dejar todo como se encontró y no llevarse nada.
Cóndor-La Rioja

En muchos lugares de esta provincia basta con levantar la vista para observar a los cóndores planear en las alturas. El intenso azul del cielo riojano permite recortarlos en pequeñas manchitas negras que parecen flotar en el aire, pero para verlos de cerca hay que ir a la Quebrada de los Cóndores.       

Salimos de la capital riojana hacia el sur (rutas 38, 29 y 30) y después de 150 kilómetros llegamos a Tama, localidad cabecera del departamento Ángel Vicente Peñalosa. Allí, como en otros controles ruteros y por esas cuestiones de este año tan particular, y no es una crítica, nos tomaron la temperatura y luego fuimos guiados hasta la salida del pueblo por un policía en moto, pulgar arriba y a seguir el viaje.   

La cabalgata de unas dos horas ofrece un recorrido variado y pintoresco. (Foto: Mario Rodriguez)

No parece, pero es

Dejamos atrás el asfalto y la señal del celu para hacer los últimos 30 kilómetros. Por un camino de ripio, que no es el mejor pero la combi lo recorre sin problemas, subimos por la Sierra de los Quinteros hasta los 1010 msnm. El paisaje cambia tanto que Gonzalo González, de la Secretaria de Turismo provincial, sentencia “esto no parece La Rioja”. Las montañas se “suavizan” y el verde gana terreno, incluso a los chivos, ovejas y burros, se le suman las vacas, mucho más exigentes con la alimentación.

Todo lo necesario

Nos alojamos en la Posta Quebrada del Cóndor que ofrece confortables habitaciones rústicas con gruesas paredes de piedra y techos bajos de chapa. A la hora de sacarse el barbijo para cenar: empanadas riojanas, cabrito al horno (chileno) con papas y de postre, dulce de cayote con queso. Las copas se llenaron y vaciaron repetidamente con torrontés helado. Guitarreada, cantores de los buenos, como Don Augusto Luna, y de los otros, y por último, baile.   

La cabalgata

A la mañana siguiente, temprano, salimos de la posada para iniciar una de las mejores experiencias de viaje por la provincia de La Rioja, el camino a la Quebrada de los Cóndores. Los que hacían el recorrido a pie se adelantaron, el resto, nos juntamos para la distribución de los caballos. Luego de un breve tutorial sobre como mantenernos arriba del animal, iniciamos el trayecto que nos tomó unas dos horas.

El mirador ofrece seguridad y una vista privilegiada de los cóndores. (Foto: Mario Rodriguez)

Marchamos despacio en fila india por un sendero cuesta arriba que ofreció variedad y dificultad para todos los gustos, por momentos era angosto y apretado entre enormes rocas y de pronto se abría en una gran explanada verde. A mitad de camino, en un sector con muchas piedras y particularmente empinado debimos caminar llevando a los animales de las riendas. El tramo final de la cabalgata transcurrió sobre una zona llana en el que los más osados hicieron galopar a sus caballos que luego descansaron mientras hacíamos la caminata final hasta el mirador de los cóndores.

Con el correr de los minutos, estas aves curiosas se acercan al mirador. (Foto: Mario Rodriguez)

Los cóndores

El mirador está situado sobre una profunda quebrada a 1800 msnm, lo que nos permitió observar desde arriba algunos nidos (condoreras) en las salientes de las paredes verticales del acantilado. En la inmensidad del paisaje vimos varios cóndores que volaban muy lejos de nuestra ubicación. “Paciencia y silencio, que los cóndores van a venir” aconsejó uno de los guías. Pocos minutos más tarde una hembra curiosa pasó muy cerca del mirador, y luego otra, y otra, y se sumaron algunos juveniles y finalmente apareció un macho con su brillante collar blanco. Estuvimos un rato quietos, hipnotizados, observando la suavidad del vuelo de estos gigantes, hasta que llegó el frenético momento de las cámaras, los videos y las selfies.

Quizás acostumbrados a nuestros cambios, los cóndores siguieron allí observando a la gente del mirador.

Jordania-Ciudad-de-Petra

La conocida guía viajera Lonely Planet en su libro Ultimate Travel List detalla las 500 mejores experiencias de viaje del mundo. Estos son los 10 destinos que encabezan la lista y, entre ellos, hay uno de Argentina.

1. Petra, Jordania

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, Petra, la antigua capital del reino de los nabateos, es una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno y un símbolo de Jordania. Fue una importante parada dentro de las rutas comerciales y hoy, sus monumentos y tumbas excavadas en la piedra, son visitadas diariamente por miles de turistas.

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La ciudad de Petra, protegida por el desfiladero de Siq, fue levantada por los nabateos hace 2000 años y es el mayor tesoro de Jordania. (Foto: Ahmad Qaisieh/Unsplash)

2. Islas Galápagos, Ecuador

Este famoso archipiélago volcánico del océano Pacífico, se ubica a 1000 kilómetros de la costa ecuatoriana y es, por su gran cantidad de especies endémicas, uno de los lugares que inspiró a Charles Darwin a desarrollar su teoría sobre la evolución. En este verdadero paraíso natural habitan, entre muchas otras especies, tortugas marinas, iguanas, cormoranes (que no vuelan), piqueros patas azules, leones marinos y pingüinos.

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Las Islas Galápagos son un archipiélago volcánico ubicado en el océano Pacífico y un reconocido lugar para la observación de fauna. (Foto: Simón Berger/Unsplash)

3. Parque Nacional Uluru-Kata Tjuta, Australia

Este parque, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, ubicado en el centro de Australia ocupa más de 1.300 kilómetros cuadrados y en él se encuentran el archifotografiado monolito de Uluru y las cúpulas rocosas de Kata Tjuta, se trata de lugares sagrados para el pueblo aborigen de los anangu, propietarios ancestrales de Uluru-Kata Tjuta.

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A fines del 2019, y a pedido del pueblo de los anangu, se prohibió el ascenso al famoso monolito de Uluru ubicado en medio del desierto australiano. (Foto: Ondrej Machart/Unsplash)

4. Delta del Okavango, Botswana

En el noroeste de Botswana, las aguas crecidas del río Okavango que llegan de Angola y Namibia se expanden formando el mítico delta que ocupa 20.000 kilómetros cuadrados en donde conviven elefantes, leones, leopardos, hienas, guepardos, perros salvajes, cocodrilos del Nilo, hipopótamos, rinocerontes, búfalos, jirafas, cebras, ñus, antílopes y jabalíes, entre otros mamíferos además de 500 especies de aves y 85 de peces.

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La biodiversidad que se puede observar en el Delta del Okavango es difícil de encontrar en otro lugar del mundo. (Foto: Colin Watts/Unsplash)

5. Parque Nacional Yellowstone, Estados Unidos

El Parque Nacional Yellowstone, funciona desde 1872 y es el más antiguo del mundo. Se ubica en los estados de Wyoming, Montana e Idaho y concentra una gran variedad vida silvestre como osos pardos, lobos, bisontes, alces y borregos cimarrones, entre otros. Dentro del parque se encuentran: el Gran Cañón de Yellowstone, una colección de géiseres activos, con el famoso Old Faithful entre ellos, y las fuentes termales, siendo la Gran Fuente Prismática la tercera más grande del mundo.

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El Yellowstone es el primer parque nacional del mundo y ofrece al visitante, una gran variedad de atractivos naturales. (Foto: Missmushroom/Unsplash)

6. Lago Bled, Eslovenia

Ubicado a 40 kilómetros de Ljubljana, la capital eslovena, a los pies de los Alpes Julianos, el lago Bled cuenta con varios atractivos dignos de conocer: sus aguas verde-azuladas en donde darse un chapuzón (en la temporada apropiada), una pequeña isla con una iglesia, en donde tocar sus campanas y pedir un deseo, un castillo en la cima de un acantilado de unos 150 metros y un sendero en su costa que permite rodear el lago por completo caminando o en bicicleta.

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El Lago Bled, rodeado de una vegetación centenaria, se ubica al pie de los Alpes Julianos de Eslovenia. (Foto: Jaka Skrlep/Unsplash)

7. Cataratas del Iguazú, Argentina

Las Cataratas del Iguazú, Patrimonio de la Humanidad y una de las nuevas Siete Maravillas Naturales del Mundo, están formadas por 275 saltos inmersos en la selva subtropical, siendo la Garganta del Diablo, con 80 metros, la caída más imponente del lugar. Se ubican en la provincia de Misiones, a 17 kilómetros de la desembocadura del Río Iguazú en el Paraná, en donde se encuentran las fronteras de Argentina, Paraguay y Brasil, con quien comparte este atractivo mundial.

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Las cataratas del Iguazú se encuentran en plena selva misionera a pocos kilómetros de la triple frontera entre Argentina, Paraguay y Brasil. (Foto: Stine Fossheim/123RF)

8. Templos de Angkor, Camboya

Ubicados a 5 kilómetros de Siem Riep, en Camboya, estos santuarios y monumentos fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1.992. Considerada la mayor estructura religiosa jamás construida, Angkor Wat es el templo hinduista mejor conservado del complejo y el máximo ícono del país, incluso, la entrada principal al templo y sus tres torres están representadas en la bandera camboyana.

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El templo de Angkor Wat está considerado como la estructura religiosa más grande del mundo. (Foto: Anna Jedynak/123RF)

9. Salar de Uyuni, Bolivia

Con una superficie de más de 10.500 kilómetros cuadrados en la altura del altiplano boliviano, este salar era parte de un lago salado prehistórico que al evaporarse formó el Salar de Uyuni, el mayor desierto de sal del mundo. Cuando está seco, el paisaje blanco se presenta desolado y quemado por el sol. En la época de lluvias (febrero a abril), una delgada lámina de agua cubre la gruesa costra de sal creando un espejo en donde se pueden tomar curiosas fotos que parecen desafiar la gravedad.

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Durante la época de lluvias, el Salar de Uyuni se transforma en un gigantesco espejo. (Foto: Iferol/123RF)

10. Circuito de Annapurna, Nepal

Considerado uno de los mejores trekkings del mundo, el circuito de Annapurna en Nepal es mucho más que una caminata. Los paisajes con increíbles vistas de los macizos Annapurna y Dhaulagiri, la riqueza cultural de los pequeños pueblos de la cordillera del Himalaya, sus antiguos templos dorados y la observación de la vida silvestre, hacen de este viaje, una verdadera aventura cultural. Las excursiones en este destino, dependiendo del recorrido, llevan entre 14 y 25 días.

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El famoso circuito de Annapurna ofrece un recorrido de entre 160 y 230 kilómetros dependiendo del punto de partida elegido por los senderistas. (Foto: Aliaksandr Mazurkevich/123RF)

A muchos nos gusta llenar el tanque y empezar a devorar kilómetros en nuestro auto pero ¿sabés cuál es la distancia más larga en el mundo que se puede recorrer en un vehículo? El canal de Youtube Half as Interesting hizo algunas cuentas.

No vale ir y volver veinte veces por el mismo camino, hablamos de unir en auto, los dos puntos más alejados del planeta, haciendo el camino más corto sin interrupciones, es decir, sin tener que utilizar ferris ni otros métodos de transporte.

En el mundo existen cuatro grandes sistemas de rutas: el de América del Norte, América del Sur, Australia, y el más grande que une África, Europa y Asia.

Para manejar por este recorrido hay que atravesar toda Europa y casi todo el continente asiático. (Foto: Google Maps)

Half as Interesting aclara que, a su criterio, el Canal de Panamá, divide a América en dos para dejar pasar el tráfico marítimo. Además, en la frontera entre Panamá y Colombia existe un área selvática y pantanosa que interrumpe la carretera Panamericana.

Entonces, si viajamos de Prudhoe Bay, en Alaska, hasta Panamá, tardaríamos 6 días en coche manejando sin parar, pero este no es el camino más largo, por lo que, una simple mirada al planisferio nos lleva a descartar a América del Sur y a Australia.

Viajar desde el sur de África para ingresar a Asia por el Canal de Suez, que tiene tres puentes, y luego continuar manejando por el Oriente Medio hasta llegar a Rusia también presenta un problema. Para hacer este trayecto hay que recorrer el continente africano por el este y resulta imposible llegar hasta Canal de Suez porque todas las rutas se concentran en el oeste, y la única opción sería cruzar el mar Mediterráneo en barco.

Descartados América y África, según Half as Interesting, el camino más largo empieza en la ciudad de Sagres, en Portugal, ubicada al extremo suroeste de la Península Ibérica, hasta llegar a la ciudad de Khasan en Rusia, en la frontera con Corea del Norte. Así, necesitamos 6 días y 19 horas, manejando por tierra sin parar, para recorrer 14.043 kilómetros, el viaje más largo y continuo en auto sobre el planeta Tierra.

Fuente: www.lavanguardia.com

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