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Córdoba

Tres balnearios, tres propuestas culturales y, muy cerca, mucho rock.

Con sus verdes en verano y primavera, y sus marrones en otoño e invierno, en Córdoba reinan los bellos paisajes. La ciudad de Cosquín, en el valle de Punilla, suma los colores, la cultura y muy cerca, otro festival, con música de rock.

Para refrescarse

Para los días de calor, esta ciudad ofrece varias opciones para que sus visitantes se refresquen.

El balneario La Toma es el más popular de todos, y también el más antiguo. El lugar tiene dos pasarelas que atraviesan el río formando pequeñas cascadas. Es ideal para la familia ya que cuenta con asadores, sanitarios y guardavidas. ¿Cómo se llega? Es el más cercano a la ciudad, hay que cruzar el puente Carretero y seguir unos 600 metros por la Avenida Belgrano.

La segunda alternativa es el balneario Uranga, a solo un kilómetro de La Toma. Es el elegido por los más jóvenes. Cuenta con abundante sombra y una gran playa. Posee un trampolín para que los más arriesgados disfruten de sus aguas profundas. Ofrece servicios de proveeduría, baños y asadores. ¿Cómo llegar? Después de La Toma hay que seguir un kilómetro por la Avenida Belgrano. 

Otra opción familiar es el balneario Onofre Marimón. Con servicios de proveeduría, baños y asadores portátiles lo hace muy popular en la ciudad. Su orilla está rodeada por muros de piedra, en verano también se coloca un trampolín. ¿A dónde se encuentra? Se ubica en la calle homónima Onofre Marimón. Desde la plaza Próspero Molina hay que tomar las calles San Luís y Santa Fé.

Un poco de cultura

Cosquín también propone actividades fuera del agua. El Museo del Artesano se encuentra en la Plaza Próspero Molina, alberga las artesanías realizadas por los orfebres de la zona. La entrada es libre y gratuita.

El Museo Camín Cosquín es otra alternativa. Creado en 1975 se ubica sobre la ruta 38. Allí se puede observar una importante colección de piedras preciosas y semipreciosas. Abre todos los días de 9.30 a 17.30 horas.

Un imperdible es el Paseo de las Esculturas y se sitúa en la calle San Martín 502. Allí se encuentran las réplicas de grandes referentes de la música argentina como Horacio Guarany, Mercedes Sosa, Hernán Figueroa Reyes, Jorge Cafrune y Atahualpa Yupanqui.

A puro Rock

El 8 y 9 de febrero, la vecina localidad de Santa María de Punilla, será escenario del popular festival “Cosquín Rock 2020”. Desde hace 20 años, jóvenes de Córdoba y de otras provincias, se reúnen para disfrutar de la música.

Para esta edición serán nueve escenarios: escenario Norte, sur, acústico, urbano, popart XXI, Cosquín Rock BNP Stage, la Casita del Blue, Córdoba X y Hangar.

Algunos de los artistas confirmados: Ratones Paranoicos, Las Pelotas, Duki, Cazzu, Molotov, Dante Spinetta, Emmanuel Horvilleur, entre muchos otros.

Lago y anfiteatro de Villa maría, Córdoba, Argentina

Si bien la ciudad del sudeste cordobés es reconocida por su Festival de Peñas, tiene paisajes naturales y una interesante oferta cultural para descubrir.

A casi 150 kilómetros de la capital cordobesa, Villa María es la tercera ciudad más grande de la provincia de Córdoba –después de la capital y Río Cuarto-.

Uno de los mayores atractivos de la ciudad es, sin dudas, la costanera. Se extiende a lo largo de varios kilómetros sobre la margen del río Ctalamochita -o Tercero- y su trazado incluye grandes espacios verdes, playas y un lago. Durante los fines de semana de verano, la zona es el centro de distintas atracciones deportivas y culturales y, además, el principal punto de encuentro.

Temprano en la mañana, ciclistas y caminantes se cruzan en los senderos arbolados de la costa del río o en las anchas veredas con sendas bien demarcadas para cada uno. Los pescadores se ubican cerca de las compuertas que generan el lago, mientras que algunas familias se apuran por conseguir los asadores con las mejores sombras. A media mañana, las reposeras y los mates convergen en las playas de arena fina, mientras que en las distintas canchas deportivas comienza el movimiento. El humo de los asados marca el mediodía y la actividad se concentra en torno a las mesas. Por la tarde continúan los chapuzones hasta el anochecer, y en el lago, los kayaks y los veleros van y vienen hasta el puente Perón que comienza a iluminarse y el imponente anfiteatro se tiñe de naranja marcando el final de la jornada en el agua.

El puente Juan Domingo Perón, sobre el río Ctalamochita, une Villa María con su vecina, Villa Nueva. (Foto: Mario Rodriguez).

Cultura presente

En el plano cultural, la ciudad tiene varios museos locales de variada temática. Uno de los más visitados es el Museo Ramos Generales Ramos en donde se representan distintos escenarios llenos de objetos de uso cotidiano de principios del siglo pasado, como el bazar, el garaje, la herrería, la barbería y la farmacia, entre otros. Un imperdible viaje en el tiempo.

Otra opción es la Casa Museo Amadeo Sabattini, antigua vivienda de quien fuera gobernador de la provincia. El Museo de Bellas Artes Fernando Bonfiglioli exhibe su colección de pinturas, grabados y esculturas y, con su reconocido festival, no podía faltar el Museo del Anfi, en donde se muestra el crecimiento del evento a lo largo de los años y se exponen además, instrumentos, objetos, fotos, vestimentas y dedicatorias de artistas que pasaron por el anfiteatro Centenario.

Festival de Festivales

El Festival Internacional de Peñas de Villa María, inicialmente dedicado a la música folclórica, con el tiempo fue incluyendo otros géneros populares, como tango, pop latino, rock, blues, cuarteto y cumbia. Se realiza todos los años, durante 5 días, en la primera quincena de febrero.

En la zona del anfiteatro, durante el festival, la costanera congrega a gran cantidad de gente en torno a las peñas que ofrecen espectáculos artísticos y platos tradicionales.

En Córdoba se ubica uno de los pueblos peatonales más lindos y populares del país.

Córdoba es un cofre lleno de tesoros, en cada punto de la provincia, diversos destinos invitan al turista a conocerlos. Este es el caso de La Cumbrecita, localizada a 118 kilómetros de la capital, en el Valle de Calamuchita.

Esta ciudad de arquitectura centroeuropea transmite tanta paz que deja a sus visitantes encantados. Es uno de los pueblos peatonales más populares del país y todos los circuitos están a adaptados para transitarlos a pie.

El pueblo, de los más populares de Córdoba. (Foto: Agencia Córdoba Turismo).

Imperdibles del paseo

Cascadas, arroyos y bosques, son algunas de las opciones que los viajeros pueden encontrar en La Cumbrecita.

Degustar sus delicias: tanto para almorzar o cenar como para merendar, este destino es especial para proponerse a probar diferentes platos. Se recomienda el pescado o en caso de frío las pastas. Por la tarde, las tortas y tartas son las protagonistas, de acompañamiento un buen té o café.

La Cumbrecita un pueblo peatonal en Argentina. (Foto: Agencia Córdoba Turismo).

A caminar: la capilla, diseñada por el ingeniero Helmut Cabjolsky, se ubica dentro del bosque y fue construida principalmente con madera. En su interior se destaca la “Figura de María y el Niño” tallada en Alemania. Otro atractivo es la fuente, ícono del pueblo, que fue un regalo de Cabjolsky para su padre, el fundador de La Cumbrecita. Muy cerca de allí se encuentra la Plaza de los Pioneros, con árboles por donde se mire fue edificada en homenaje a los primeros pobladores del pueblo, es otra interesante opción para visitar.

La Capilla, un ícono del pueblo. (Foto: Agencia Córdoba Turismo).

Para el calor: cerca del centro de La Cumbrecita se localiza La Olla del arroyo Almbach. En verano es un lugar muy visitado, se encuentra rodeado por un bosque verde y frondoso en donde reina la paz. Para llegar a ella se debe atravesar el pueblo, es un camino que cualquiera puede realizar, no tiene una gran dificultad. Esta pileta natural tiene 6 metros de profundidad y la temperatura del agua es muy baja, el lugar ideal para los más atrevidos.

De lo más lindo: el arroyo Almbach es el protagonista otra vez. La Cascada es uno de los puntos favoritos de los viajeros. Es una caída de agua de 14 metros de altura que cae formando una olla de 5 metros de profundidad. El sendero que llega hasta ella, se encuentra rodeado de naturaleza, son unos 15 minutos de caminata hasta allí.

Solo para atrevidos: La Cumbrecita ofrece muchas actividades divertidas, pero esta es muy distinta. El río Wildbach invita a conocer sus caminos subterráneos. Con linternas en la cabeza, esta es una aventura que, junto a guías habilitados, resulta única. Se recorren unos treinta metros entre ida y vuelta a una temperatura muy baja, pero eso no resulta un impedimento para disfrutarlo.

El arroyo Almbach es el protagonista de La Cumbrecita. (Foto: Agencia Córdoba Turismo).

Para toda la familia: la Aldea de Montaña y Parque temático Peñón del Águila es el plan ideal para disfrutar de un día a pura diversión ya que cuenta con actividades pensadas para todas las edades. El parque tiene diversas tarifas dependiendo lo que se desee, van desde los $400 hasta los $3200, en el verano abre todos los días de 11 a 19 horas.

Un pueblo destacado

En una nota publicada en mayo de 2017, el periodista Daniel Pardo de la cadena BBC Mundo, destacó a La Cumbrecita como un ejemplo mundial. Y agregó “Acá casi todo el entramado eléctrico es renovable, las aguas son tratadas y reutilizadas y el tráfico de vehículos está limitado a su más mínima y necesaria expresión. A esto se suma el sereno, salubre y frondoso escenario de las sierras de la provincia de Córdoba, en el centro de Argentina. El resultado es un enclave inédito y auto sostenible que busca ser replicado en otras partes del país.”

Entonces, la Cumbrecita, con su estilo de vida es un ejemplo, el cual merece ser aplaudido y replicado en más lugares.

Mina Clavero Córdoba, Argentina

Desde Mina Clavero, hicimos un par de salidas, a las montañas y a un balneario en Nono. El resto del tiempo, descanso, mates, atardeceres y de noche, centro.

Viajar por Córdoba desde la capital provincial y atravesar las altas cumbres puede llevar un par de horas o muchas más, el paisaje merece hacer muchas paradas para disfrutarlo. Una vez en Mina Clavero nos alojamos en un complejo de cabañas en una zona muy tranquila al oeste de la ciudad -calle Merlo, al fondo-. En la zona, el curso del río Los Sauces –fruto de la unión de El Panaholma y el Mina Clavero-  ofrece anchísimas playas con muy poca concurrencia de gente. Para los caminantes, sobre la costa hay un sendero en donde se pueden recorrer algunos kilómetros. Imperdible: los atardeceres ofrecen momento de relajación y tranquilidad absoluta, solo interrumpida por el chopotear de los caballos de alquiler al cruzar el río o, el lejano muuuuuu de una vaca.

Volcanes, túneles y diente libre

Desde Mina Clavero hasta los Túneles de Taninga hay 83 kilómetros de ruta asfaltada. Son 50 kilómetros por la RP15 hasta Taninga, allí hay que desviar a la izquierda y tomar la RP28. El oeste cordobés es una zona poco recorrida pero, incluso durante el trayecto, los conos de los volcanes inactivos que sobresalen de la pampa, las típicas palmeras caranday y los jotes y cóndores que planean en el cielo, son un atractivo en si mismo.

El camino a Los Túneles permite una vista panorámica del valle de traslasierra y los llanos riojanos. (Foto: MARIO RODRIGUEZ).

Construidos en 1930 en las Sierras de Pocho, los cinco túneles se ubican en un tramo de la vieja ruta 28, paralela a la profunda Quebrada de la Mermela. Al valor histórico, de la monumental obra de ingeniería vial, se le suma el turístico, con interminables vistas del valle de Traslasierra y los llanos riojanos. El asfalto llega hasta el final del primer túnel, luego, el camino de tierra no ofrece dificultad y vale la pena recorrerlo y disfrutar el paisaje desde los miradores.

Es muy importante calcular los horarios. Después de recorrer los puentes, dedicar unos minutos de contemplación al entorno infinito y fotear de lo lindo, hay que estar libre al mediodía, desandar los 11 kilómetros por la RP28 hasta la Comuna de Las Palmas, y almorzar en el comedor Las Águilas. El diente libre de cabrito, ensalada y papas fritas -por $600- vale la pena y es un excelente cierre del paseo.

Los Túneles, construidos en 1930 para conectar Córdoba y La Rioja, son una monumental obra de la ingeniería vial. (Foto: MARIO RODRIGUEZ).

La noche de traslasierra

Mina Clavero tiene gran cantidad de alternativas para pasarla bien, casino, teatro, museos, espectáculos callejeros, artesanías y un largo etcétera. Frente a la plaza San Martín, gran cantidad de gente se concentra alrededor del payaso que ofrece un divertido espectáculo a la gorra. Detrás de esa muchedumbre, está La Mamita, el restaurante que recomendamos para llenarse bien sin gastar de más –y no tenemos auspicio-.

Para la otra opción nocturna hay que cruzar el puente. Cura Brochero es un imán para los turistas, no solo los interesados en el santo cura, en su plaza, rodeada de bares y restaurantes –muy bien el restaurante Mi Familia, que tampoco auspicia-, los puestos de artesanos y los espectáculos musicales con pista de baile incluida. Si la noche se hace larga y estás cansado/a, te alquilan sillas por $20.

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Vamos al agua

A cinco kilómetros del centro Nono -que se encuentra a nueve de Mina Clavero- por un más que aceptable camino de tierra, llegamos al balneario Paso de las Tropas. El vado que cruza el río Chico, forma una cascada que ofrece gratuitamente masajes para aliviar tensiones. Del otro lado, el cauce del río, en su empeño por atravesar las tortuosas formaciones rocosas, crean playitas, ollas y más cascadas. También, las grandes moles de piedra forman angostos pasillos que sirven –no sin riesgo- para las acrobacias. Si bien el lugar concentra gran cantidad de gente, el ambiente es tranquilo. Estacionar el auto todo el día, en alguna de las playas/paradores sale unos $250.

A solo unos 80 kilómetros al sur de la provincia de Córdoba se encuentra esta localidad del Valle de Calamuchita, que día a día atrae a más visitantes.

La pintoresca Villa General Belgrano es, en cualquier época del año, uno de los destinos más populares de la provincia. Chocolates, tortas y cervezas artesanales tienen su fiesta y son parte de las propuestas gastronómicas pero, hay mucho más.

La típica actividad de la tarde es salir a merendar. La villa atrae a los visitantes locales y a los alojados en otros puntos de la provincia a probar el famoso strudel de manzana y demás dulzuras en las casas de té. Los recomendados son: Café Rissen y Potrerillo, la variedad de tortas e infusiones es interminable.

Café Rissen, una buena opción. (Foto: Mathyas Rehak/123RF).

Las edificaciones de madera de estilo alpino de los bares y restaurantes invitan a los visitantes a degustar, cada noche, la variada gastronomía de la villa. Si bien los tradicionales sabores alemanes -tablas de fiambres, salchichas, chucrut, goulash con spätzle, entre otras delicias- son la especialidad del lugar, nunca falta la tradicional parrillada para los paladares clásicos.

La protagonista indiscutida es la cerveza artesanal. Rubias, rojas, negras, suaves, amargas, con más o menos alcohol y frutadas, y dentro de tanta variedad, cada marca le aporta lo suyo. Algunos de los lugares recomendados para cervecear: Mark Bier, Brunnen y Viejo Munich, una de las pioneras de la Villa, que además ofrece visitas guiadas a su fábrica, con charlas explicativas sobre el modo de elaboración de sus cervezas.

Por la villa

El clásico paseo se realiza por su calle principal de la Villa, la avenida Julio Argentino Roca. Allí se encuentra la Torre del Reloj, un mirador de 23 metros de altura. El acceso para los mayores tiene un costo de $35. Horario: todos los días de 9 a 14 hs.

Además, el Museo Histórico y Centro Cultural “Villa General Belgrano”, ubicado en Uruguay 105, es una opción para conocer la historia de la Villa. Horarios: martes a sábados de 9 a 14 y de 17 a 21 hs.

El Museo Castillo Romano en Selva Negra 61, incluye una muestra fotográfica y diferentes colecciones temáticas. Horario: de 10 a 12.30 y de 16 a 20 hs.

Los Esperamos todos los dias de 10 hs a 12.30 hs y de 16hs a 20hs

Publicado por Castillo Romano en Sábado, 10 de febrero de 2018

De fiesta en fiesta

Villa General Belgrano es famosa también por su calendario festivo. Las fiestas de la Masa Vienesa, el Chocolate Alpino y la Oktoberfest son alguno de los eventos para estar todo el año de festejo.

En Semana Santa se lleva a cabo la Fiesta Nacional de la Masa Vienesa. En el Salón de Eventos y Convenciones se puede disfrutar fundamentalmente de la repostería centroeuropea como masas y tortas. Además de propuestas artísticas como música en vivo y danzas de Alemania, Argentina, España, Italia, entre otros.

Durante las vacaciones de invierno, la villa le da gusto al frío con su popular Fiesta del Chocolate Alpino. Degustación de todo tipo de chocolates con inspiración centroeuropea. Se realiza en el Salón Alpino. También hay presentaciones de música y baile.

Cuando llega el calor primaveral, la Oktoberfest, fiesta de la cerveza que realiza anualmente en octubre. Durante 11 días los turistas podrán degustar todo tipo de cervezas y comidas típicas. El predio “Bosque de los Pioneros” es donde se lleva a cabo la celebración en donde las orquestas de música, los grupos de baile y los puestos de comidas son los protagonistas. Además, en las calles se disfruta del desfile y del famoso espiche, cuando se abre el primer barril, previamente agitado, para que la cerveza salga con mayor presión en forma de lluvia sobre los presentes.

La fiesta de la cerveza, la más popular en Villa General Belgrano. (Foto: Luciana Villar Sucar).
Cascada en Córdoba. Argentina

Al viajar por Córdoba se pueden encontrar muy bellas cascadas en cada uno de los valles. Esas caídas de agua tienen una atracción especial para el turista.

Por Gustavo Scarpetta

La estancita

Muy cerca de Córdoba capital, a menos de 40 kilómetros de distancia se encuentra la cascada “La Estancita”, uno de los lugares más bellos de Córdoba. Está ubicada en Salsipuedes y se accede por el camino al Cuadrado.

Está bien señalizado, y hay que dejar el automóvil o la bicicleta a unos quinientos metros, ya que una tranquera impide el paso.

La cascada tiene algo más de 12 metros, y posee una olla de agua transparente que invita al visitante a bañarse en ella.

La caída de agua es caudalosa y conforma una olla que llama a sumergirse en la misma.  Se puede aprovechar para visitar conjuntamente con la cascada Los Hornillos.

Viajar por Córdoba. Córdoba fue elegida como el destino más soñado para estas vacaciones de verano.

Los Hornillos

En la zona del Dique La Quebrada, en Río Ceballos, se encuentra la Cascada Los Hornillos.  Hay que llegar hasta el Dique y tomar el camino hacia Colanchanga.

La cascada brinda una imponente postal, y espacios con árboles. Es un buen plan para tomar unos mates. No se accede por auto hasta la misma, y hay que realizar una breve caminata entre piedras. No sería recomendable para personas con problema de movilidad física.

Según los lugareños tiene una profundidad de cinco metros. Visitar el Dique La Quebrada, y llegarse hasta esta cascada es un excelente plan para toda la familia. Para los amantes del trekking es una opción interesante.

Los Chorrillos

La más alta de las cascadas de Córdoba. 115 metros de pura belleza en un entorno espectacular.

Está ubicada cerca de Tanti en la comuna de Flor Serrana, un pequeño paraje que se encuentra enclavado en las sierras cordobesas. En esa comuna está la Reserva Los Chorrillos.

La Reserva ofrece tres opciones para llegar hasta la Cascada: trekking, bicicleta o una aventura en 4×4, que es maravillosa. Son siete kilómetros, o 12 según el camino que se elija.

El Che Guevara elogió a la Cascada Los Chorrillos. Junto a unos amigos viaja a Tanti, y comparte una visita a ella, y la dejó plasmada en su famoso libro de viaje. Escribió “El espectáculo de la cascada de los Chorrillos desde una altura de unos cincuenta metros, es lo que vale la pena … el chorro cae desparramandose en hilera de cascaditas múltiples que rebotan en cada piedra, hasta caer despedazados en una ola que se encuentra debajo.”

Cascada de Olaén

La cascada de Olaén parece escondida, como si el que quiere apreciar su belleza deba esforzarse para encontrarla y está ubicada a 75 kilómetros de la capital.

Es una reserva natural y para entrar se cobra una entrada mínima. El sendero para llegar es breve y poco dificultoso. La cascada está rodeada de piedras y lugares donde los turistas se sientan a tomar mate.

Cerca de la Cascada se encuentra la Capilla Santa Bárbara una pequeña construcción que está rodeada de una solemne soledad. Muchos visitantes aprovechan el viaje para visitarla.

Cascada Escondida

Para visitar la Cascada Escondida hay que viajar hasta La Cumbrecita, la comuna casi europea que está a 130 kilómetros desde la capital.

Está bien señalizado y dirigirnos hasta la Cascada grande, la más cercana a La Cumbrecita. Para hacer visitas a lugares alejados se debe contratar servicios de guías habilitados y en la oficina de Turismo de La Cumbrecita se puede obtener un listado completo de los guías.

Luego de pasar por la Cascada Grande se sube al Cerro Wank -1700 mts sobre el nivel del mar-. Es un punto panorámico atractivo para las fotografías.

Siguiendo por el camino luego de arribar al Cerro quedan 30 minutos hasta la Cascada Escondida, un salto de 15 metros con una olla profunda y un lugar fascinante. La cascada vale cada paso y el cansancio.

Playas de oro en Villa Carlos paz

A continuación, te mostramos varias opciones super completas para disfrutar con amigos o en familia en la villa cordobesa.

Por Evelina Quinteros

A puro entretenimiento. Entre juegos, animales y aventuras Carlos Paz siempre se distingue como un excelente destino cordobés para visitar con los más chicos. Entre las alternativas más buscadas aparece el clásico parque de diversiones Pekos. Con variedad de espectáculos y atracciones, este espacio recreativo y educativo no pasa de moda. Así es toda una postal ver a los niños tirarse de los toboganes acuáticos, entrar a una réplica de una pirámide egipcia o verlos interactuar con los animales en un bioparque. Está abierto de 10 a 18 hs, todos los días.

Carlos Paz ofrece paseos destinados a los más pequeños de la familia. (Foto: Evelina Quinteros).

Otra opción para ir en familia es visitar el Complejo Aerosilla. En el trayecto uno puede deleitarse con vistas panorámicas del Valle de Punilla a hasta 15 metros del piso. Pero, esto no es todo, al llegar espera un gran combo: espacios para descansar, un acuario y serpentario. A su vez, hay juegos de aventura como tiro al arco y tirolesa y una “alfombra mágica” como tobogán para deslizarse. Se suma un museo para ver antiguos rieles y telesillas. Abre todo los días de 9.30 a 20 hs. ¿Otras propuestas? La Casa de Casper y el Bosque Aventura, dos atracciones imperdibles.

Las espectaculares vistas desde la aerosilla, un paseo ideal para disfrutar en familia. (Foto: Evelina Quinteros).

Chapuzones y música. El calor cordobés sólo se aligera en Villa Carlos Paz a través de las aguas fresquitas de sus balnearios. Para agendar: sobre el arroyo Los Chorrillos aparece El Diquecito y alrededor del río San Antonio se encuentran La Hoya, Fantasio, La Cascada, Playas de Oro y Sol y Río. En ellos se pueden encontrar baños, asadores y proveedurías. En contrapartida, si la idea es disfrutar de otros servicios, los paradores turísticos como Zebra Beach, Amarras y Tio Joe cuentan con piletas, canchas de fútbol y vóley y escenarios con Dj´s y bandas que musicalizan el descanso y la escapada.

Entre la naturaleza y la cultura. Para caminar y conectarse con la tranquilidad o para conocer más de la historia y el pasado de Villa Carlos Paz, Parque Estancia La Quinta cumple con ambos objetivos. Por un lado, cuenta con un predio de cinco hectáreas repleto de colores: árboles y flores nativas que van de la mano de senderos y espacios para relajarse. Por otra parte, es el refugio del Museo Numba Chavara, uno de los espacios arqueológicos cordobeses. En él se expone la cultura material e intangible de los pueblos originarios de las sierras centrales de la provincia. Entre las piezas arqueológicos destacadas son los restos de un glyptodonte con más de 8.500 años el que llama la atención en uno de los rincones de la sala.

En el Parque Estancia La Quinta hay senderos y espacios para relajarse y conectarse con la naturaleza. (Foto: Evelina Quinteros).

Teatro y artesanías. A la hora de disfrutar de las tardes y noches, con más 10 teatros, Villa Carlos Paz es la localidad cordobesa estrella en materia de funciones diurnas y nocturnas: las hay para todo público como para los más pequeños en diversos horarios. Si no, otra alternativa para disfrutar de un recorrido cercano es visitar el puente Uruguay. Con una linda vista del lago y como un mirador espectacular para sacar fotografías, este espacio se transforma en un largo circuito para apreciar y comprar artesanías, objetos regionales o presenciar diversidad de eventos.

En medio del lago. Ya sea a vela, motor o remo, en el lago de Villa Carlos Paz se pueden realizar todo tipo de actividades náuticas deportivas. Vale aclarar que hay sectores bien diferenciados para cada tipo de embarcación. De esta manera, se puede practicar o tomar cursos de jet ski, ski acuático, wakeboard, windsurf y kitesurfing. Para los que desean realizar alguna excursión lacustre, entre los paseos imperdibles aparece el recorrido en catamarán, en kayak o en hidropedal. ¿Y para los más aventureros? Buceo en la Playita de los Mimbres: un paseo subacuático como la mejor alternativa.

En el lago San Roque se pueden hacer distintos recorridos en catamarán, en kayak o en hidropedal. (Foto: Evelina Quinteros).
Cristo Redentor en La Cumbre, Córdoba, Argentina

Una oportunidad para para conocer un enclave cultural único donde su naturaleza resiste e invita a caminar y descansar.

Por Mariana Minervini

La localidad de La Cumbre es un hermoso paraje serrano ubicado a solo 95km por la RP 38 desde Córdoba capital por el territorio alto del Valle de Punilla que, tras un año de incendios, su naturaleza se recupera para vivir un verano a pleno. Un poblado con mil historias que en el año 2018 le permitieron contar con la declaración de Pueblo Histórico Nacional, un reconocimiento por parte de la Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos (Secretaría de Cultura de la Nación) debido al cuidado en el patrimonio arquitectónico de la ciudad. Al ascender hasta el lugar y encontrarse con una antigua estación de ferrocarril, nos transporta a otros tiempos y conecta con cierta nostalgia. Hoy se utiliza para brindar información turística y realizar actividades culturales; además de propuestas que permiten conocer también el origen de los primeros fundadores.

No se puede visitar La Cumbre sin haber visto el Cristo Redentor, los campos del complejo agroindustrial perfumista de Domaine de Puberclar, volado en parapente y recorrido los museos históricos como la Casa Museo de Manuel Mujica Lainez y el Museo de Motos y Bicicletas; lugares clásicos e imperdibles.

En el club house de La Cumbre Golf Club, socios y turistas pueden almorzar con vista a la cancha de golf. (Foto: Secretaría de Turismo de La Cumbre).

La aventura de caminar

Emplazada en el punto más alto de este hermoso valle, La Cumbre propone aprovechar sus temperaturas agradables para aventurarse a la naturaleza o simplemente descansar para renovar energías y encarar un nuevo año. Una opción a descubrir, se encuentra a solo 11 km de la localidad: la Reserva de Monos Carayá a cargo de una Organización No Gubernamental que lleva adelante el Proyecto Carayá que cuida y conserva al Mono Aullador Negro o Mono Carayá y otras especies, para que puedan volver a su hábitat natural. Se pueden realizar visitas y consultas a través de su web y también sumarse a su programa de voluntariado: https://caraya.org Facebook: Proyecto Carayá.

Desde hace unos años, la localidad serrana también se encuentra trabajando en lograr declarar la Reserva Natural Cultural de usos múltiples Río Pintos, que permitiría proteger este enclave único. Arribar al valle del Pintos no es fácil, pero vale la pena. Es un lugar excepcional que, una vez que se supera el desafío del camino y ya en la orilla del río, vale la pena sentarse en la arena y observar sus aguas limpias que discurren entre grandes piedras de diversos colores. Un ambiente cálido y agradable para dejarse llevar y observar el curso de agua, donde viven bagres y algunas truchas.

Por ese transitar

Esta región de las sierras, esconde rincones culturales y religiosos que marcan la identidad de su gente. Se pueden realizar paseos entre místicas capillas, entre ellas la Capilla San Roque, la más antigua del lugar con una simpleza en su construcción que invita a reflexionar o simplemente, contemplar. En el otro extremo, los deportistas pueden disfrutar de la adrenalina que implica recorrer tres km por ruta pavimentada entre paisajes serranos hasta llegar a Cruz Chica y Cruz Grande o el trekking hasta el Cristo Redentor. Para los osados, otra opción es subir por una ladera y a solo 8 km de La Cumbre, se puede visitar el Mirador de Cuchi Corral o “Corral de chancho” (conocido como el balcón de Punilla), con inigualables vistas del valle, del río Pinto y al atardecer; imponentes puestas de sol que acarician el alma. Desde allí, vale la pena descender desde el mirador para refrescarse en la Cascada de Cuchi Corral, pero hay que tener en cuenta que la caminata requiere buen estado físico y habilidades para maniobrar en el descenso además de cruzar por el arroyo para poder observar los distintos saltos del recorrido hasta llegar al río Pinto.

Cuchi Corral es una quebrada de 400 metros, su panorámica vista incluye al río Pintos en su base. (Foto: Secretaría de Turismo de La Cumbre).

La Cumbre es una villa cultural enmarcada por las Sierras Chicas, amable y confortable; conservada a lo largo del tiempo que espera tranquila la llegada de sus visitantes.

Atardecer en el mar de Ansenusa, Córdoba, Argentina

Ubicada sobre la costa sur de la laguna Mar Chiquita, este destino cordobés es un plan ideal para veranear. Su propuesta incluye excursiones, visitas a museos y una excelente gastronomía.

Por Evelina Quinteros

Si bien Córdoba no tiene salida al océano, en Miramar de Ansenuza, un mar de agua salada, es la estrella de cada verano. Sombrillas de colores, bañistas, tomadores de sol y juegos playeros ocupan la costa de la Mar Chiquita, Primera Maravilla Natural de la Provincia. Se trata en realidad de una laguna, la más grande de Sudamérica y la quinta del mundo, una cuenca cerrada cuyo nivel crece con el aporte de las lluvias y de los ríos Suquía, Xanaes y Dulce y solo baja por la evaporación.

Los atardeceres y el famoso tanque, clásica postal de Miramar de Ansenuza. (Foto: Mario Rodriguez).

Área protegida

El futuro Parque Nacional de Ansenuza es un proyecto que busca proteger el humedal Laguna Mar Chiquita y Bañados del río Dulce. Mediante la creación de un área protegida nacional se cuidará el espejo de agua salina, los cauces de los ríos y lagunas, las playas barrosas, los bosques chaqueños y los pastizales y sabanas inundables como así también la importante fauna silvestre.

En antiguas fotografías se pueden ver a familias enteras disfrutar de las propiedades curativas del fango. Hoy, la fangoterapia es una actividad que atrae a visitantes de todo el país. Otros eligen la Laguna para refrescarse, hacer kayak o windsurf y disfrutar de un paseo en lancha o barco hacia la desembocadura del río Xanaes. ¿Qué se puede ver? más de 300 especies de aves acuáticas que conviven en el lugar entre las que se destaca el flamenco austral, protagonista de muchas de las postales que ilustran la zona.

En la Laguna Mar Chiquita se encuentran poblaciones muy grandes de flamencos, otro gran atractivo del lugar. (Foto: Walter CheToba).

Con guía de turismo a bordo, este circuito es un imán para los que buscan un mayor contacto con la naturaleza y para los fanáticos de la fotografía que, con lentes de todo calibre, intentan capturar el vuelo y el andar sigiloso de la rica avifauna del lugar.

Un paseo muy especial es la visita a la isla El Mistolar, llamada así por estar rodeada de mistoles, se trata de una antigua estancia que sufrió las inundaciones durante los ´70. Se conservan algunos restos del casco y en el monte nativo que resurgió, habitan pecaríes, corzuelas, ñandúes, zorros y quirquinchos. Llegar lleva aproximadamente una hora y media de navegación.

Las aves convocan a ecoturistas y fotógrafos de todo el mundo. (Foto: Walter CheToba).

Opciones culturales

Después de pasar el día al sol o chapoteando en el agua, una buena alternativa es ir a visitar los museos y espacios históricos que le dan identidad a la localidad.

En el museo de Ciencias Naturales Aníbal Montes, se puede conocer más sobre la fauna y flora autóctona y el nacimiento de la laguna. El Museo Fotográfico Dante Marchetti es la oportunidad para retroceder entre imágenes en blanco y negro a los orígenes del pueblo. Finalmente, el Museo Hotel Viena, es un sitio repleto de mitos y leyendas sobre un supuesto pasado relacionado con el nazismo.

Gran Hotel Viena, las ruinas del antiguo cinco estrellas, hoy museo, y sus misterios, el nazismo y la actividad paranormal. (Foto: Walter CheToba).

Para chuparse los dedos

Para cerrar cualquier jornada en Miramar, la carne de nutria es un clásico de la zona que hay que probar. En escabeche, al horno o asada encabeza las cartas de los principales restaurantes de la ciudad. ¿Otras opciones? El pejerrey frito, es uno de los platos más pedidos, la gran salinidad de la laguna le da un sabor especial a su carne. Las pastas, bien caseras y abundantes, completan el podio gastronómico.

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