Desde el fin del mundo nos sacudimos de lo lindo recorriendo caminos alternativos para conocer los lagos Fagnano y Escondido.
Arrancamos el día a bordo de la Defender 4×4 que, equipada con pico, pala y motosierra, prometía “movidas” experiencias de viaje. Durante el recorrido por la Ruta Nacional 3, nos acompaña el río Olivia, donde se rodaron algunas escenas de El renacido. Después de recorrer 60 kilómetros, llegamos al mirador del Paso Garibaldi, a 450 msnm, desde donde observar los lagos Escondido (cuando está despejado) y Fagnano. Durante el tiempo que estuvimos foteando semejante panorama, el caprichoso clima fueguino nos regaló una fugaz nevada, seguida de una llovizna hasta despejarse con el sol a pleno. El lugar es el punto más alto del cruce de la cordillera, de manera que iniciamos el descenso hasta llegar a los aserraderos en donde abandonamos el asfalto.
Caminos difíciles, lagos y castores
Comenzamos la travesía offroad por caminos alternativos hasta adentrarnos en el bosque fueguino. Allí, la presencia de los castores se hace evidente. Durante la década del 40, se introdujeron desde Canadá, 20 parejas de estos roedores para impulsar la industria peletera. Con el tiempo se dan cuenta que el pelo no sirve y, sin depredadores, los animales se han transformado en una verdadera plaga que causa grandes daños al bosque nativo.
“Somos cuatro. Si nos encajamos, ella maneja y los tres hombres pechamos”, avisa el piloto/guía, sin feministas a la vista que lo reten. Pero no es necesario, el camino, que por sectores nos sacude de lado a lado del vehículo, nos lleva directamente al lago Fagnano. Este impresionante espejo de agua tiene 104 km de largo -13,5 km se encuentran en territorio chileno- y una profundidad máxima de 200 metros. Después de recorrer parte de su costa, reingresamos al bosque, donde iniciamos el trekking que nos llevará hasta el refugio frente al lago Escondido.
Para reponer energías
Arden los chulengos y corre el buen vino patagónico. Se suman algunos extranjeros que llegaron en otra excursión y se mezclan los idiomas. Pulgar para arriba a la hora de evaluar la carne.
Después del asado, una pareja de zorros grises nos visita mientras el repetido toc-toc de los carpinteros gigantes le pone banda de sonido a un viaje inolvidable.