Seguramente has pasado por esta localidad del valle de Calamuchita rumbo a La Cumbrecita pero… Intiyaco no es un lugar de paso ni para apurados. Bajá un cambio, estacioná y descubrila.
Después de un tramo recto de la ruta, pasando el desvío a Villa Alpina, un pronunciado descenso con curva y contracurva cerradas avisan que hemos llegado a Intiyaco, “aguas del sol” en quechua.
Antes del puente sobre el río Los Reartes hay un estacionamiento con sombra, 500 pesos el día, el lugar es un área natural protegida y no se puede dejar el auto sobre la costanera.
Con la reposera y el mate (o la conservadora) en mano hay dos opciones, hacia la izquierda, el río es más tranquilo y con varias playitas, aptas para los más pequeños. Hacia la derecha, a la altura del puente, las enormes piedras encajonan el cauce y generan cascadas que aceleran el ritmo tranquilo del agua además de profundas ollas.
Se puede pasar por abajo del puente y caminar por senderos en medio de la abundante vegetación de pinos y zarzamoras para llegar a las distintas playas que generalmente están vacías o con poca gente, la tranquilidad está garantizada.
Tené en cuenta: en Intiyaco no hay recolección de residuos por lo tanto, cada visitante debe llevarse los residuos que produzca.