Al finalizar el verano, los ciervos colorados inician su período anual de reproducción y el Parque Luro, en la provincia de La Pampa, es el escenario de las peleas entre los machos que buscan formar su harén de hembras.
Cae la tarde y los primeros bramidos que provienen del bosque de caldenes marcan el inicio de la actividad en el parque, hay que tomar posición, hacer silencio y esperar. Un grupo de hembras sale del monte y recorre los pastizales y, donde hay hembras, siempre hay un macho custodiándolas.
Fácil de distinguir por su enorme cornamenta, el ciervo nunca está quieto. Nervioso y con actitud desafiante, rodea a sus hembras y parece contarlas. Además de aparearse con todo su harén, de hasta veinte ejemplares, tiene que mantener alejados a los machos oponentes.
La temporada de brama comienza al finalizar el verano. (Foto: Mario Rodriguez) El bramido del ciervo colorado puede escucharse desde muy lejos. (Foto: Mario Rodriguez) El ciervo macho tiene harenes de hasta veinte hembras. (Foto: Mario Rodriguez)
Qué es la brama?
Entre marzo y abril, el ciervo colorado entra en celo y comienza el período de brama, llamado así por el bramido, un mugido ronco, que emite el macho para atraer a las hembras. Con este ciclo anual, y el tiempo de gestación de las madres, los bambis nacerán en primavera, con temperaturas agradables y abundante comida.
Área protegida
La Reserva Provincial Parque Luro, ubicada a 35 kilómetros al sur de Santa Rosa, sobre la RN35, es un área protegida de 7.600 hectáreas que conserva el ecosistema del bosque de caldén o bosque pampeano y una gran diversidad de flora y fauna. Además, otro gran atractivo del lugar es una antigua casona, hoy museo El Castillo, de 1911, que fue propiedad de Pedro Luro, quien introdujo los primeros ciervos colorados y jabalíes europeos en Argentina.
Los guanacos han sido reintroducidos con éxito en el parque. (Foto: Mario Rodriguez) La casona que perteneció a Perdo Luro, es hoy el museo El Castillo. (Foto: Mario Rodriguez)
La temporada de brama se ha convertido en un producto turístico, y para visualizar el cortejo de los ciervos colorados, en el parque se han acondicionado senderos y miradores sobre unas elevaciones naturales y se realizan recorridos de dos horas de duración en dos horarios en los que los animales tienen mayor actividad: a las 6 de la mañana y a las 18 horas.
El resto del año en el parque se pueden recorrer hasta 12 kilómetros de senderos en los que se atraviesa una laguna salada y médanos, además de observar una gran variedad de fauna como guanacos, zorros, zorrinos, jabalíes y más de 200 especies de aves.