Hace muchos, muchos años, la loica era un pájaro común, con un plumaje negro y gris que no llamaba la atención para nada.
Un día, un cazador que andaba por un sendero de las sierras vio a una de estas aves posada en la rama de un espinillo, cargó rápidamente su arma y apuntó con cuidado.
Se escuchó un gran estruendo pero afortunadamente el disparo no alcanzó al pájaro que huyó a refugiarse en un montecito cercano. En realidad, el arma estaba mal cargada y explotó hiriendo al cazador en la cara, que se desplomó medio ciego entre gritos de dolor.
Desde lejos, la asustada loica miraba al hombre que yacía ensangrentado entre los matorrales y escuchaba como sus gritos se fueron apagando hasta que perdió el conocimiento. A pesar del miedo, el ave voló hasta un arbusto cercano al herido.
Al ver el cuerpo inmóvil, la loica tomó coraje, se posó en el pecho del cazador y notó que su corazón aún latía. Apenada al ver esos ojos ensangrentados voló muchas veces hasta el arroyo y, de a gotitas, mojó la reseca boca del hombre, también buscó unas hierbas serranas y las puso sobre las heridas.
Como sabía que entre aquellas montañas nadie encontraría al herido, la loica fue hasta el pueblito y le contó a un perro la noticia. El animal empezó a ladrar desesperadamente para dar aviso a los familiares que rápidamente partieron en auxilio del hombre.
Muy contenta, desde la rama del espinillo, la loica vio como trasladaban en una improvisada camilla al cazador que, aún dolorido, parecía estar mejor.
Un zorzal que volaba por la zona vio a la loica y se acercó curioso a decirle: “que linda pechera tenés loica”. Esta no se había dado cuenta de que la sangre del cazador le había manchado todo el pecho.
Un ángel que escuchaba la charla intervino: “la loica tiene sus plumas manchadas por una buena acción y como premio, desde hoy en adelante, todas las de su especie tendrán el pecho colorado”.
Desde entonces las loicas son uno de los pájaros más llamativos de las sierras y pueden verse fácilmente al viajar por Córdoba. Además, se las considera de buen augurio.