Whittier en Alaska es un pequeño pueblo, que podría ser como tantos otros, lo curioso es que sus más de 200 habitantes viven en el mismo edificio.
Durante el verano, el lugar tiene 22 horas de sol y convoca a más 700.000 visitantes que llegan en cruceros. También se puede ingresar al pueblo por tierra, mediante un túnel que atraviesa las montañas. Más allá del turismo, los habitantes de Whittier viven en un edificio que tiene todo lo necesario para que sus residentes sobrevivan al duro invierno de Alaska.
Breve historia
Después de la II Guerra Mundial, la marina de los Estados Unidos construyó una base naval en una ensenada del estrecho Prince William Sound, en Whittier. La base militar, construida en 1956, constaba de dos edificios anexos conocidas como Begich Towers, en donde vivieron unas 200 personas. Con el correr de los años, el ejército dejó de considerar la zona como un punto estratégico y abandonó el lugar.
Luego de la marcha de los militares, los lugareños convirtieron la edificación en una residencia en donde refugiarse durante los duros meses de invierno cuando, la temperatura media es de cero grados y las mínimas caen hasta los 20 grados bajo cero, además de los vientos helados y la acumulación de nieve disminuyen la necesidad de salir al exterior. Hoy, las Begich Towers, después varias refacciones, son un moderno edificio de catorce plantas en donde transcurre la vida de los habitantes de Whittier.
En las primeras plantas se instalaron las oficinas administrativas locales, la comisaría, la oficina de correos, la iglesia, el centro de salud, el supermercado, la cafetería, la lavandería, un pequeño hotel y también el acceso a un túnel subterráneo que comunica el edificio con escuela municipal ubicada al otro lado de la calle, utilizado durante el invierno, cuando el acceso principal al centro educativo permanece cerrado. En las plantas superiores se encuentran las viviendas de los habitantes, incluso la del alcalde de Whittier.
Además de las Begich Towers existen otras pequeñas construcciones como un restaurante, un bar y una posada, utilizadas por los turistas durante el verano.
Trabajar en Whittier
Gran parte de sus habitantes trabajan en el puerto o en el mantenimiento del mismo edificio, o de las calles, incluso el túnel de acceso por tener un único carril y funcionar por turnos, requiere de mucho personal. Otras personas dictan clases en la escuela o se ocupan del cuidado de sus vecinos enfermos. Fuente: www.jll.es